Sobre la atracción de los acontecimientos y los deseos.

Ciertamente todo en el universo es atracción, tú te cargas con lo que realmente quieres y eso hace imán para atraer lo deseado.

La fuerza magnética de tu deseo debe moverse por multitud de flujos, como un rompecabezas hasta que se alinea con su objetivo y entonces es atraído y materializado.

Quien sabe magnetizar su aura a voluntad, puede obtener cuanto quiera. Las coincidencias o sincronicidades no pararán de ocurrir.

El peligro estriba en nuestros deseos subconscientes, pues son los que son constantes y firmes. Y al fin y al cabo los que configuran nuestro aura de una forma profunda y fuerte.

Conscientemente uno puede desear ser rico o feliz con una pareja. Pero a nivel profundo puede estar herido porque le hicieron daño y tener la convicción de que estar solo es lo mejor para no sufrir. O tener el pensamiento de que el dinero es algo sucio o que no merece. También los sentimientos de culpabilidad nos impulsan a sabotearnos y autocastigarnos.

Es por ello, que es muy importante sanar todas las heridas, perdonar y perdonarse. Para evitar patrones negativos repetitivos llamando cada dos por tres a nuestra puerta.

Toma un deseo, profundiza en él, (da igual salud, dinero, amor, trabajo,...), busca toda connotación negativa que puedas tener, cualquier “pero”, cualquier inconveniente o incongruencia. Perdona y disuelve toda tensión al respecto.

Pide consejo a tus maestros y guías para saber si es lo más conveniente para ti en este momento.

Si has hecho el trabajo de limpieza y has sentido que está bien desear eso, de que es bueno para todos los involucrados. Entonces, enciéndelo como una llama en el corazón y estate atento que dicha llama no se apague con tu desatención.

Tu energía avivando el fuego junto con la energía de tus maestros que siempre te apoyan en todo lo mejor. Creará una gran emanación desde tu corazón hacia el universo.

Si tu potencia es la adecuada y la mantienes el tiempo suficiente para que cambie la configuración de tu campo energético (aura), dicha petición comenzará a interactuar con el universo. Y el universo no tardará mucho en responder.

Todos venimos con muchos programas de fábrica y otros programas más que se van añadiendo a lo largo de nuestra experiencia vital. De ahí la importancia del trabajo interior.

Lo más fácil es desear dinero. Pero desear dinero no es emocionante, no puedes vivirlo apasionadamente en el corazón durante todo el día.

Desear dinero, implica carencia. La vibración que emanas al universo es de falta. Estás gritando energéticamente: “¡Me falta!” Y el universo responde: “Ok, pues que te falte.”

Medita en la careta que te pones cada día: tristeza, reproche, carencia, dolor, preocupación,... siente en que plano de vibración te encuentras y no culpes a nadie más que a ti de tu suerte. Pues tú las estás llamando.

Es hora de tomar las riendas de tu vida, elevar tu vibración con consciencia y la constancia de nuestro trabajo. E ir observando como van llegando los resultados.

Vivimos en una gran sopa de deseos, emociones y frustraciones de siete mil millones de personas. De ahí que no nos impacientemos si los resultados no llegan de inmediato. Seguir insistiendo y seguir estudiando nuestros bloqueos interiores.

Trabajar con firmeza y alegría.

No hay algo más bonito que fluir en la abundancia y el bien para todos.

 

© Octavio sensei 2014